Los caballos han estado conmigo desde que era una niña. Durante mucho tiempo me dediqué a la doma clásica, hasta que me di cuenta de que ese camino me alejaba cada vez más de lo que los caballos realmente necesitan: Respeto, paciencia, libertad. Me alejé del deporte – y hacia las almas que ya nadie quería.

Llevo más de 15 años acogiendo caballos maltratados, abandonados, traumatizados o enfermos, empecé en Ibiza y me trasladé a Mallorca hace 8 años. Con mis propios recursos, con mi propio dinero, con total dedicación. Hoy, once caballos viven conmigo en Mallorca – cada uno con su propio carácter, cicatrices e historia.

Como cada vez son más, decidí fundar KAHU Mallorca como asociación. Para que ya no tenga que hacer este trabajo sola. Y para poder ayudar a más caballos. Un hogar adecuado a su especie, atención médica, mucho tiempo… todo esto es muy valioso. Sobre todo aquí en Mallorca, donde la alimentación y los cuidados suponen unos costes enormes.

Si quiere apoyar mi trabajo, me alegra cada apadrinamiento, cada donación, cada mano amiga.

Juntos podemos devolver a estos animales lo que les fue arrebatado: Confianza, seguridad, vida.